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  • Foto del escritorLeticia Sanz

Dos visiones

Hay dos cortometrajes, de directores españoles, muy recomendables y de gran interés para abordar en las aulas los temas que nos competen sobre derechos de la infancia y educación para el desarrollo.


Cortometraje "La vida efímera" (Pere Joan Ventura) Enlace para verlo aquí.


Este documental es tremendamente conmovedor. El paludismo sacude el país de Guinea Ecuatorial y no te deja indiferente. Y es que desde 2005, año en el que surge este cortometraje hasta el día de hoy, esta enfermedad sigue siendo una preocupación de salud a nivel mundial y no podemos dar la espalda. Me parece interesante subrayar un momento en el que se filma un colegio. La importancia de informarse y de tener el conocimiento a mano, las escuelas demuestran ser una vez más, el centro y motor para cambiar y ser agentes del movimiento de tuercas en el futuro. En definitiva, del desarrollo.


Las trabas y desesperación para combatir esta lucha, el miedo y la crudeza de vivir con la muerte de seres tan pequeños me parte el alma y es imposible no emocionarse.


Es un contenido para adultos o chavales de Bachillerato o grados medios.

Se puede hacer una puesta en común sobre lo observado, sobre la situación de precariedad económica, social y sanitaria que existe en Guinea, sobre la fortaleza y paciencia de las madres encargándose de la salud de sus pequeños, sobre la labor de los voluntarios y cuerpo médico que decide ir allí a lidiar con ese mal que late con fuerza en ese país.

Cortometraje "Binta y la gran idea (Javier Fesser) Enlace para verlo aquí.


Este director, con la forma tan característica de narrar las historias no deja de sorprendernos relatando la historia de Binta con un toque amable.

Es una historia que nos interpela a todos. Reclamando el derecho de todo niño y niña a recibir educación y asistir a la escuela. El derecho a ser respetado y ser tratados como personas sea cual sea nuestra procedencia, sexo, religión o característica física.

El mensaje del maestro es el mismo que podría decir un docente de mi escuela. Y es que de nuevo, la escuela es el epicentro del tema que tratamos en este curso. Somos llamados a hacerles vivir y ser protagonistas a nuestros alumnos y alumnas sobre estos asuntos. Asuntos que son sus derechos y su forma de convivir en el día de hoy y del mañana.


Se muestra la interdependencia en las redes que se construyen para vivir y en las explicaciones que se ofrecen el papá pescador y su amigo.

El cambio y futuro se muestra en la iniciativa e idea genial que lleva en mente el padre y puede llevar al prefecto, entre otras cosas.

La justicia social en como aborda el colegio con su obra de teatro el asunto del machismo y la supremacía masculina o la explotación infantil de los niños en determinados núcleos y familias.

Las imágenes y percepciones vienen desde los relatos del primer mundo sobre los "tubab" o las noticias de la radio que narran un África libre e igualitario "Ese es el país que queremos, en el que la mujer pueda ser médico o maestro".

Y como conflicto y solución, me parece interesante el abordaje del tema de la prima de Binta, Soda, a través de una dramatización escolar. Hay un problema enquistado en esa familia y una niña sufriendo por sus deseos de ir a la escuela, como una más y como un derecho inherente. Y la escuela ofrece una solución que es caricaturizada y hasta ridiculiza al padre por su ignorancia. ¡Ojalá lo haya conseguido Soda y muchas otras niñas como ella!


Es una forma rica y potente, hacer role-playing sobre conflictos que se dan en el aula o fuera de ella para poder buscar soluciones y vivirlos en nuestra propia piel.


A partir de 6º de Primaria y en adelante se podría trabajar ese precioso cortometraje que solo invita a que los niños vivan felices con la risa por bandera.




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